25 jul 2006

Triste-


Hay tristezas que no duelen.
Esas tristezas que están hondo, muy hondo en nuestras almas, que ya no se sienten. Son solo un síntoma del que estamos acostumbrados y que alimentan fervientemente nuestros duendes que escriben, pintan, tocan o se expresan de alguna forma.
Hay tristezas hermosas.
Son esas tristezas que tuvo Syd Barrett, Pablo Picasso en su Periodo Azul, es esa permanente tristeza de Nick Cave y toda la melancolía de arrabal.
Esa es una tristeza que empuja y ayuda. Es una tristeza que no se llora, se vomita en párrafos y párrafos de febril descarga.
No son tristezas de amor, ni por nada en especial.
Son simplemente pequeños canceres que necesitan ser drenados a través de una pluma que corte las esposas, o un pincel que dibuje una salida. Son inquietudes, malestares con el mundo. Son síntomas de querer estar lejos, muy lejos, del conformismo.
Hoy, decir “estoy triste” puede llamar a la comparecencia de algún pobre individuo. Pero los que sienten, los que de verdad ven mas allá de las lagrimas, saben que esto no es depresión, sino es descontento por no alcanzar ese Valhala al que todos los que tenemos un fantasma dentro de nuestro placard queremos llegar.
Buenos Aires es triste, Buenos Aires es hermosa. Otro rincón en el mundo poseído por tantas lagrimas que solo verla inspira a ese pequeño monstruo que todos tenemos adentro. Amo Buenos Aires… y eso, afortunadamente, me pone triste…

4 comentarios:

Dana dijo...

Es verdad... esa tristeza invadio a varios afortunados (o no) y crearon esas obras que lo llevaron a permanecer en la historia... Espero que puedas llegar a donde queres en tu presente y que puedas difrutarlo...
Te amo!

Anónimo dijo...

juan...increiblemente increible.
Leerlo con este dia humedo y lluvioso tan de buenos aires hizo q me pareza mas hermoso aun...
te felicito, de lo mejor q escribiste.
te quiero,besos!

Nicolás Igarzábal dijo...

agrego a tom yorke (¿?)

María Delia dijo...

Queridos Dana y Juan:
Es sincero admitir que algunas de las mejores cosas que he dibujado las he dibujado totalmente desconsolada y triste. Hay algo inspirador en la tristeza, pero que debo -por lo menos yo- dosificar cuidadosamente, porque ese algo es adictivo. Trato de encontrar ese mismo motor en la alegría.

Tarde les respondo además sobre el libro "Crecí..." (Dana leí tu post hace tiempo y no tuve tiempo de contestarte), se consigue en la librería "Hernández de Corrientes.

Besos miles a ambos,
Delius.